Así convivirán Asturias y Castilla y León con el oso: plantaciones, contenedores protegidos, divulgación y radiomarcaje

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

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Una osa y tres oseznos en la Cordillera Cantábrica
Una osa y tres oseznos en la Cordillera Cantábrica FUNDACION OSO PARDO

Un proyecto de la Fundación Oso Pardo trabajará hasta el 2027 en mejorar la convivencia con la especie en los nueve ayuntamientos de la Cordillera Cantábrica que tienen más densidad

25 abr 2024 . Actualizado a las 10:02 h.

Prevenir y mitigar los conflictos con el oso pardo en las zonas con mayor densidad de población de la Cordillera Cantábrica es la función principal del proyecto Coex Humanos y Osos, que coordina la Fundación Oso Pardo (FOP) gracias a los fondos Life de la Unión Europea. El trabajo se centrará en nueve ayuntamientos de Asturias y Castilla y León, ya que la población cantábrica de osos, que empezó a recuperarse en 1990 pero sigue amenazada, se distribuye entre estas comunidades y una pequeña parte de Lugo. Los osos ocupan un área de unos 8.600 kilómetros cuadrados, aunque hay que añadir otras zonas con presencia esporádica y que son cada vez más amplias.

Se calcula que en la Cordillera Cantábrica habitaban en 2020 unos 370 osos. Así lo explican desde la Fundación Oso Pardo, que busca mejorar la conservación de la especie, su seguimiento, divulgación y facilitar la convivencia de estos animales con las zonas rurales ya que, al aumentar las poblaciones, no resulta extraño visualizar algún ejemplar en lugares cercanos a las casas.

Área de trabajo de la Fundación Oso Pardo
Área de trabajo de la Fundación Oso Pardo

Este proyecto terminará a finales de 2027 y funciona gracias a la colaboración de varios ayuntamientos y actores locales. «Vimos que estaba habiendo algún problema con los osos, como era previsible, así que decidimos poner en marcha esto para evitar que se creen alarmas en los pueblos, en los que cabe resaltar que sigue habiendo una aceptación social alta. Sin embargo, algunos ejemplares pueden habituarse a la comida fácil y el objetivo que tenemos es evitarlo. Además, hemos incluido líderes locales, todas las acciones han sido debatidas y muchas salen de los propios ayuntamientos», explica Guillermo Palomero, presidente de la FOP.

Como dice Palomero, el proyecto implica un trabajo directo con los concellos para detectar así alertas tempranas de osos que puedan causar una alarma en algún pueblo. «A intención é facilitar unha comunicación fluída entre todos», explica el veterinario Óscar Rivas, que también coordina el equipo de trabajo de campo. La intención es que la convivencia con la especie, que acumula tres décadas de éxitos, continúe siendo pacífica.

«Aparecen novos retos, xa que por un lado aumentou a poboación de oso e por outra tamén mudaron as paisaxes, xa que, por exemplo, nos arredores dos pobos xa non abundan os prados coidados que había hai anos», precisa Rivas.

Por eso, el proyecto Coex Humanos y Osos contempla la limpieza de perímetros de seguridad en los pueblos y senderos para reducir la accesibilidad y evitar el contacto de animales y personas. También se plantarán, con intención disuasoria, 50.000 árboles frutales alejados de asentamientos humanos.

Seguimiento y divulgación

Óscar Rivas y todo el equipo de la Fundación Oso Pardo se encargarán de hacer un seguimiento de los distintos casos que puedan generar alarma, de divulgar el proyecto y adoptar medidas para aminorar la presencia de fuentes de alimentación en zonas pobladas «como é o caso dos colectores, polo que intentaremos implantar rutinas que axuden á xente a deixar menos alimentación a disposición do animal». Asimismo, se hará una prueba piloto de contenedores de basura a prueba de osos.

Cuando aparezcan ejemplares que se habitúen a acercarse a las casas entonces entrarán en juego las capturas y el radiomarcaje: «Antes non eran ben recibidos nos pobos e tampouco o tiñan fácil para acceder, pero hoxe só lles fan fotos. En certa época tamén teñen dispoñible, máis aló do lixo, determinados froitos», añade Rivas. Por eso el proyecto contempla la instalación de detectores y ahuyentadores. También se colocarán protectores en lugares con gallineros o colmenas, por ejemplo.

Plantaciones hechas por trabajadores de la Fundación Oso Pardo para facilitar la convivencia con la especie
Plantaciones hechas por trabajadores de la Fundación Oso Pardo para facilitar la convivencia con la especie FUNDACIÓN OSO PARDO

En cuanto al marcaje que se llevará a cabo en Asturias, el veterinario asegura que es un proceso que lleva su tiempo: «Non é doado capturar un oso. Cando detectamos a fonte de atracción, intentamos poñer unha trampa cebada con ese elemento preto e agardar a que entre. Son trampas tipo culvert que fan que os animais se estresen menos e non se manquen. Deseguido chega o equipo de intervención, procédese á sedación e ao manexo do animal. Implántaselle un colar e, de ser oportuno, recóllense mostras. Unha vez se recuperan da anestesia, sóltanse».

Otra de las patas importantes de este proyecto es la divulgación, por eso los distintos responsables harán unas 150 charlas en distintos ayuntamientos. «Tamén haberá un equipo destinado ao traballo de desenvolvemento rural, para ver como axudar aos concellos con presenza de oso e vincular a especie a ese desenvolvemento», cuenta Rivas.